sábado, 19 de julio de 2014

CUENTO BREVE - IVANBALÓN


Iván camina agarrado a la falda de su madre mientras que la familia al completo se dirige hacia la playa. Es el mediano de tres hermanos. El mayor, que tiene cuatro años, es aficionado a todos los deportes, sobre todo a la natación. El pequeño aún no anda y a él lo que le gusta es jugar al fútbol. A su mirada traviesa no se le escapa el mínimo detalle de lo que pasa a su alrededor: las ardillas subiendo por los árboles, un coche azul que viene por la carretera, un vecino que les saluda desde una ventana. En la guardería le llaman Iván el terrible y él no sabe el porqué, no conoce el significado de la palabra “terrible”.

Cuando está haciendo un castillo con su padre, nota que su pala choca con algo rojo y brillante. Es un balón que está muy sucio, como si llevara mucho, pero que mucho tiempo en su escondite, esperándole para ser su amigo. Lo acerca a la orilla y lo lava con cuidado, pasando sus pequeñas manos por la superficie, como si lo acariciara. Nadie se da cuenta de que unos rayos salen de la pelota y traspasan la piel del pequeño.

—¡Mira, mamá, mira! —grita Iván.

—¿Otra pelota más? —dice su madre cuando el niño le enseña su nuevo tesoro.

Desde que lo encuentra, lo añade a la colección de sus juguetes preferidos para dormir: el peluche tigre, el dinosaurio de goma y la pelota azul. Si el niño lo toca, del balón salen luces azules porque está contento.

Llega el día del cumpleaños de Iván y su madre le ha preparado una fiesta en casa. Los niños llegan y todo discurre como es de esperar: gritos, carreras, canciones y el soplado de velas. La pelota se queda en un rincón del dormitorio del niño, junto con los peluches y los coches.

Roberta, la canguro de Pedro, un amiguito de la guardería, entra en la habitación de Iván, coge unos cuantos dinosaurios de la estantería y se los guarda en el bolso. Cuando va a salir del cuarto, la puerta se cierra de golpe. La joven intenta abrirla pero no puede, está atascada.

A la vez que del balón salen luces coloradas porque está enfadado, Iván coge la mano de su madre y la lleva hasta su habitación. Cuando Elisa mueve el picaporte, la puerta se abre con facilidad.

—¿Qué haces aquí? —pregunta a Roberta.

—Esta..., estaba buscando a Pedro y me he quedado encerrada —responde tartamudeando.

—¡Ella tiene mis dinos! —grita el niño señalándola.

—No digas tonterías —le regaña su madre.

—¡Dinos míos, míos! —el niño se lanza sobre el bolso que cae al suelo dejando al descubierto los juguetes.

La cara de Roberta se vuelve colorada como un tomate por la vergüenza y la de Elisa blanca como la leche por el enfado.

—Pedro y yo nos tenemos que ir —dice la muchacha.

—Será lo mejor —contesta Elisa.

Por la noche, cuando la madre acuesta a Iván le pregunta cómo sabía que Roberta había cogido los dinosaurios.

—Mi balón me habla. Y dice que somos un equipo, ¿qué es un equipo, mamá? Y me llama Ivanbalón y dice que voy a ser un héroe, como Abelatún.

Elisa sonríe. Primero Abelatún, ahora Ivanbalón, y ¿qué héroe será Ander?

10 comentarios:

  1. Oooohhhhh!!!! qué bonitooooo!!!
    El público pide ya la tercera entrega!!!!
     Un beso!!!

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    1. Gracias Jinete, ya tengo la idea para Ánder. Le voy a pedir a los Reyes Magos un cuento menos breve con los tres superhéroes, podrían llamarse "La Liga de los Gomavi" ¿Qué te parece? Besos

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  2. ¡Me ha encantado el relato! Es precioso... y muy tierno.

    Y por cierto, yo quiero un balón así... esta tarde lo estaré buscando por la playa jajajaja

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    1. Gracias por comentar Sonia. Si no lo encuentras me lo dices y te regalo uno. Besazos

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  3. Ya hemos hablado de él y me parece genial, al igual que el de tu primer nieto Abel. Tiene lo que debe tener un cuento para niños: Una buena dosis de imaginación, palabras sencillas y mucho cariño.

    ¡Felicidades!

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  4. Gracias Mariló, sabes que gracias a ti empecé a escribir los relatos. TUS ánimos y TUS consejos son muy importantes para mí.

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  5. Es un cuento muy chulo. La cosa es que yo debería hacer lo mismo con los míos. Escribí sólo uno y ahí me he quedado. Se te da mejor que a mí el vocabulario infantil. Espero que te hayas ganado muchos cariños de ese nieto tan guapo.
    Besos.

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  6. Mi hija ha sido muy valiente. El mayor tiene 4 y medio. El mediano hizo 3 el sábado. Y el peque tiene 15 meses. Este finde estuvimos con ellos y les estuve achuchando todo el rato. Lo malo de que vivan lejos es que soy abuela a tiempo parcial.
    Gracias por comentar. Besos

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  7. Que suerte, ser abuela y escribir cosas tan bonitas y tiernas sobre uno de tus tres mayores tesoro s

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  8. Gracias cara guapa. Ya te llegará.

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